Reseña: "Orgullo y prejuicio", de Jane Austen

Autores:   Jane Austen

Título original: Pride and Prejudice

Editorial: Debolsillo

Páginas: 439

Sinopsis

A  lo largo de una trama que discurre con la precisión de un mecanismo de relojería, Jane Austen perfila una galería de personajes que conforman un perfecto y sutil retrato de época: las peripecias de una dama empeñada en casar a sus hijas con el mejor partido de la región, los vaivenes sentimentales de las hermanas, el oportunismo de un clérigo adulador… El trazado de los caracteres y el análisis de las relaciones humanas sometidas a un rígido código de costumbres, elementos esenciales en la narrativa de la autora, alcanzan en Orgullo y prejuicio cotas de maestría insuperable.

Opinión personal 

Orgullo y prejuicio de Jane Austen, es el segundo libro de la autora del género clásico romántico. Fue una recomendación y el primero que leí de esta autora.

Quiero destacar que me encanta las historias clásicas, así que de cualquier novela así, me interesaría mucho. A pesar de ello, me costó un poco adaptarme a la lectura y algunas veces a situarme en la historia. Lo que menos me ha gustado es que en algunos momentos de la novela parecía que pasaban las cosas muy rápido, de una escena saltaba a otra.

Elizabeth Bennet (Lizzy), es la protagonista de esta novela, es una de las hijas de los Bennet, la segunda mayor de sus hermanas y su madre tiene por afición intentar casar a sus hijas cada vez que tiene la oportunidad. Se pone histérica, en cuanto llega a Merynton un joven llamado Sr. Bingley, famoso por tener buena fortuna a su favor, y acompañado por su mejor amigo, el Sr. Darcy, quien está completamente negado a admitir a las chicas del lugar, incluyendo a las señoritas Bennett, incluso menospreciando a alguna de ellas por su poca belleza o escasa inteligencia.

Aunque Mr. Darcy fuera uno de los más distinguidos caballeros del lugar, su orgullo y su arrogancia, espanta a cualquiera, incluyendo a nuestra protagonista, Elizabeth, quien no duda en responder con total suspicacia.

“(…) comenzó a tenerla por inteligencia como pocas, lo cual se manifestaba en la expresión de sus ojos negros. (…) Por más que con ojos de crítico percibía más de un defecto de simetría en su figura, se vio obligado a reconocer que era esbelta y proporcionada, y aún cuando aseguraba que sus modales no eran particularmente refinados, quedó prendado de su gracia y su desenvoltura.

Ella ignoraba todo esto.”

No me parecía justo la forma en que la trataba Darcy desde el principio, mientras que en pleno silencio empezaba a sentir algo por Lizzy, en mi opinión esto no es comprensible. El carácter de ella me pareció ideal para enfrentarse a la arrogancia de este, sobre todo su fácil manera de desarmar a los demás con su inteligencia y superioridad.

“-En mi opinión, la poesía ha sido siempre el alimento del amor- dijo Darcy”

A pesar de ello, Darcy, es un caballero respetuoso y me atrevo a decir, bastante tímido, quizás, de ahí la arrogancia e irritación que muestra hacia los demás, especialmente a la sociedad inferior a él, aunque no lo entiendo porque ser tímido no tiene razón para ser arrogante.

“(…) Tú tienes por respetable y a todo el mundo y te ofendes si hablo mal de alguien. Yo te tengo por perfecta sólo a ti, y te opones a ello. No temas que exagere al elogiar tu buena predisposición hacia todos. (…) Cuanto más conozco del carácter humano y en la poca que me inspiran las apariencias del mérito o talento.”

Mi escena favorita es el momento en que Darcy da el paso de declarar sus sentimientos. Creo que me quedé tan impresionada como la chica en cuestión. Darcy no causa buena impresión al lector ya que miramos la historia desde el punto de vista de Elisabeth, a quien le cuesta entender y admirar el carácter de este, poniéndole incluso de insoportable.

“Tras un silencio de varios minutos, se acercó a ella y, con visible agitación, dijo:

-He luchado en vano. Ya no quiero hacerlo. Me resulta imposible contener mis sentimientos. Permítame usted que le manifieste cuán ardientemente la admiro y la amo”

Otro punto que destacaría de los personajes es que son muy directos a la hora de decirse mutuamente sus sentimientos, no se andan con rodeos; pero siempre manteniendo el respeto hacia el otro. Es algo que en la sociedad actual, está bastante escaso.

Después de conocer bien a Mr. Darcy, confieso que me ha gustado este hombre. Solo el que haya leído Orgullo y prejuicio, sabrá por qué, finalmente consigue conquistar al lector.

Sin más, recomiendo esta novela a todo aquel que no lo haya hecho, y por supuesto, le guste el género romántico clásico. Ha sido una lectura ligera, aunque su forma de escribir no sea del que estoy acostumbrada, supongo, pero me ha parecido fácil de avanzar, sin pararse en descripciones demasiado extensas.